Los orígenes de esta fiesta se remontan a los fenicios (La fiesta mayumea fenicia ya exaltaba la primavera) y a Los griegos. También los romanos copiaron esta tradición mayumea en honor de la flora, el primer día de mayo…
Parece pues deducirse que la fiesta conocida actualmente en los pueblos de la Sierra de Albarracín con el nombre de los «mayos» es la misma que tradicionalmente ha venido transmitiéndose de padres a hijos con las modificaciones consiguientes al transcurso de muchos siglos y de las nuevas costumbres….
Los mayos entierran sus raíces en los tiempos en que el calendario natural marcaba los ritmos de la vida individual y colectiva, como un reclamo de los pueblos que dependen de la generosidad de la tierra. Son también ritos iniciáticos al amor, a la formación de nuevas parejas capaces de dar nueva prole con la que garantizar que, en los inviernos futuros, habrá brazos jóvenes dispuesto a trajinar.
Por los que nos han transmitido nuestros mayores los mayos se alargaban desde el 30 de abril hasta las fiestas patronales de Santiago Apóstol (25 de Julio). Todo empezaba en La noche del 30 de abril con el sorteo de mayas y mayos, que tenía lugar colocando los nombres de las mozas y de los mozos en sendas boinas. De esta manera, por insaculación, se sorteaban la Virgen y el niño. El mozo al que le tocaba la primera era el encargado de organizar todas las fiestas de los mozos del año, y la moza, a quien Le había correspondido el Niño, tenía como misión el bordado de un banderín que se colocaba en lo alto del «pimpollo» (un pino de grandes dimensiones) que los mozos, previo permiso del Ayuntamiento, cortaban en La Dehesa, pelaban, arrastraban y plantaban en la noche de San Juan. Con la venta de este pimpollo se costeaba el gaitero de las Fiestas y otros gastos.
Emparejados mayos y mayas se formaba la rondalla que iba de puesta en puerta anunciando a cada moza el mayo que le había caído en suerte. No siempre estaban condenadas las mozas a resignarse con su suerte, y existían diversas manifestaciones para repudiar a su mayo (encender la luz, acudir al día siguiente a misa con el mantón al revés, … ) El mozo repudiado debía resignarse con su suerte y esperar un año más proclive, aunque también podía castigar a la moza con cánticos y coplillas alusivas. El caso es que los mayos adquirían el compromiso de acompañar a su maya a misa mayor, y comenzar con ella el baile durante todo el año. El día 24 de junio el mayo preparaba la enramada con adornos a base de follaje verde; después se hacía la ofrenda casa a casa de las mayas pidiendo huevos y con los que se sacaba se celebraba una merienda a la que ya asistían las mayas. Sí la cosa funcionaba se fijaba la dote y la fecha de la boda.
En nuestros días, aunque la tradición sigue viva y muchas de las costumbres se siguen realizando, la fiesta maya simboliza más un atractivo turístico y un motivo de alborozo para las cuadrillas de jóvenes que un rito de noviazgo y casamiento.
En Guadalaviar se sigue manteniendo viva la tradición del sorteo de mozos y mozas en boinas distintas. Después la rondalla va recorriendo las casas cantando la copla maya a cada una de las mozas, con la particularidad de que el resto de los mozos puede echar el alto antes de pronunciar el nombre completo del mayo, aportando en cada caso el doble de dinero del alto anterior. Con el dinero recogido se prepara una comida típica al día siguiente en la fuente de la Cerraja y coincidiendo con la noche del 30 de abril, los mozos se reunían y hacían una subasta pujando cada uno por la moza que le interesaba. Terminada la subasta iban de casa en casa con guitarras cantando los mayos. Un canto resaltando la belleza de la mujer.
DESCARGAS
Versos de los Mayos de Guadalaviar (Doc. pdf)
Partitura de los Mayos de Guadalaviar (Doc. pdf.)
VÍDEOS SOBRE LOS MAYOS DE GUADALAVIAR
IMÁGENES DE LA RONDALLA DE GUADALAVIAR.
- Ensayos
- Mayos a la Virgen
- Mayos a la Virgen
- Mayos a las mozas
- Iglesia de Santiago el Mayor
CRÉDITOS
El texto de los Mayos de Guadalaviar es de la Asociación Cultural Río Blanco de Guadalaviar, publicado en la revista Torvel, Monográfico de Fiestas y Tradiciones de Teruel Nº 7 de Abril de 2002.
Los versos de los Mayos y las fotografías han sido cedidas por Marina Martínez Mangado, miembro de la Rondalla de Guadalaviar.